Paradójico que no?
Las palabras me apasionan. Hay algunas que son preciosas al decirlas, horribles al escribirlas, fáciles de recordar, curiosas en su formación... y por eso me suelo inventar historias sobre ellas. No sé si la etimología me daría la razón, pero pienso que por lo menos algo de lógica tienen.
Prestemos atención a la palabra: CASAR
Iba yo en el coche tan tranquilamente saliendo de la nueva casa de mi amiga Esther. Cuando la redundancia en mis pensamientos me hizo caer en la cuenta: Joer Estherilia, que mayor: nueva Casa se va a Casar... Casa? Casar? Para casarte lo primero que tienes que tener es una casa donde irte a vivir.. juuuum. Lo véis tan claro como yo?
Y no es sólo el verbo! Qué me decís del adjetivo? CASADOS, o sea... dos en la casa!
No, no estoy majara... voy en serio :D
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