11 nov 2011

^^_Princesa_^^

La ventana estaba abierta.

 Todos los papeles que no había estudiado se habían caído por el suelo del salón, volados al azar estaban repartidos como si de una alfombra de garabatos se tratase.

Dejó el portátil encima del sofá, se descolgó el bolso, sacó la cabeza de la bufanda que la aprisionaba el cuello, de un golpe de hombros y echando el cansancio hacia atrás se deshizo del tres cuartos de cuero negro.

 La chica se agachó y empezó a recoger papeles sin ordenarlos, continuó avanzando en cunclillas, le dolían demasiado las rodillas como para apoyarlas, paso a paso acumulaba días de apuntes.

Dejó la pila de folios sobre la mesa, no era muy inteligente xo no vio otro lugar xa apoyarlos. Se acercó a cerrar la ventana. Con pesar tomó el primero de los folios y se dejó caer sobre el sofá para empezar a aburrirse leyendo sobre un derecho en el que ya nadie creía y al que pocos respetaban.

 Bla bla bla más tarde fijó su vista al frente. El marco estaba vacío. No se ha podido volar! Miró por todos lados, movió la televisión, el mueble, corrió el dvd, la wii, la lámpara de lava... ni rastro. Aireó los papeles esperando que cayese, nada. Movió las cortinas, remoción los cables de todos los aparatos nuevamente. Tomó el marco entre sus manos y comprobó metiendo un dedo que estaba vacío. Abuelo, dónde te has escondido?

De puntillas, esta vez bien estirada pasó la mano por la estantería, no veía pero palpaba el polvo del tiempo que no pasaba en casa. Por fin tocó algo liso y suave. No era capaz de levantarla metiendo la uña y aunque es un desastre hay cosas que por nada estropearía.

Fue a por una banqueta y pudo ver el polvo y el revés de la foto. A máquina antigua tenía unas letras grabadas: Princesa.


Nunca se había percatado. Evidentemente no era un mensaje del más allá, sus padres habían revelado toda la vida en el corte inglés de la calle de Madrid que corresponde a ese apodo cariñoso. Sin embargo, la chica escuchó una voz que estaba olvidando, sintió una sonrisa que le pinzó el corazón y al respirar un recuerdo una lágrima cedió por su mejilla.

 Dio la vuelta a la foto, la metió en su marco y la colocó en su sitio.

 El derecho internacional es aburrido y no sirve en el modelo de mundo de hoy, le pareció leer de vuelta a sus apuntes. ...


"no te he olvidado, sólo me he acostumbrado a tu ausencia"

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