5 may 2011

Fuente de alimentación

La chica rubia comía siempre tomate y jamón. Un día tras otro, cuatro lonchas de jamón y dos tomates. Se defendía de las acusaciones bajo una escueta afirmación: tengo pereza de cocinar para mí sola.
Todas las mañanas la misma rutina. Abría el paquete y sacaba una a una sus cuatro lonchas, con mucha paciencia separaba el plástico de la carne. Lo separaba como si estuviese invirtiendo tiempo en cocinar, lentamente, que saliesen enteras. Terminaba, cogía el plástico lo depositaba en la papelera y comenzaba con la siguiente. En penumbra, se inicia la mañana. La puerta siempre abierta, es la luz de la nevera la que le guía para coger sus dos tomates. Cierra la puerta con un movimiento de cadera, los deja en el tupper a un lado de las cuatro lonchas de jamón. Lo cerraba, lo metía en una bolsa, después la bolsa al bolso. Y así un día tras otro.


13.40h hora de comer.

En el sitio que ha quedado libre saca la bolsa del bolso. Coge su bandeja, por pasar inadvertida pareciéndose a los que la critican que llevaban sus 2 platos, sus postres, sus bebidas… Todos la miran expectantes, y ella, sonríe. Toma el tupper entre sus manos, lo abre sin dejar ver… lo huele y lo posa en la bandeja. Pero, en serio??? Ensalada de Jamón??? Otra vez?! Y risas. Todos los días la misma rutina, las mismas bromas, los mismos chascarrillos, pero como te puedes alimentar tan sólo de eso… Coge el cuchillo y empieza a partirlo en cachos pequeños, le añade un chorrito de aceite y lo come con deleite, como si fuese la primera vez que toma jamón serrano.

¿Está bueno? Sí, lo adogo, no me cansaría nunca. A la chica rubia no le había delatado el pelo, ni si quiera sus ojos azules, ni si quiera el acento… pero estaba claro, viéndola comer, que esa afición por el jamón serrano tenía que venir de algún lugar de Europa.

15.55h preparación para la pausa café

Como cada día más y más cerca del momento clave, miles de emails se están cruzando. No puedo más, no aguanto más, necesito cafeína, pausa obligatoria YA. Y la primera se levanta, coge sus gafas de sol, coge su taza y hace una seña a los demás.
La chica rubia se ha levantado también, se gira y ve a un hombre vestido de traje con cara de pocos amigo que se dirige hacia ella. Es el jefe. Se queda apoyada en la columna mientras los demás la miran y les hace una mueca cómplice que indica que si se puede escapar, bajará más tarde.

- Buenas tardes, he leído tu mail. Qué pasa?
- No lo sé muy bien, lleva días dando problemas, pero ya no funciona. Lo enciendo y al segundo se apaga… así no puedo trabajar. - Según va hablando su boca se va haciendo más pequeña - Eso, no puedo trabajar...

Encienden el ordenador, se apaga

- Vaya, pues no tiene buena pinta. Pero con el mío pasó algo parecido.. bla bla bla… la chica rubia desconectó con una sonrisa... blabla ahora el técnico está en la central, blabla pero mañana a la hora de comer.......y algo captó la atención de la chica, Seguramente sea un problema de la fuente de alimentación.

Preocupada sigue a su jefe por la escalera, bueno gracias. Voy a ver si me tomo un café.

13.40 hora de comer

Ajusto aquí y... Ummm esto parece que ya está, vaya chapuza y que bazofia de ordenador, pero seguramente todavía aguantará unos cuantos meses más. Si la fuente de alimentación resiste, claro.

Mientras tanto, en el comedor, la chica rubia abrió su tupper, lo mira con ojos tristes. Tiene para comer pasta cocida y dos huevos duros.

2 comentarios:

  1. A mi me pasa algo parecido pero a base de pasta con salchichas. Y eso que me tiro una hora y pico cocinando... Al final acabaré teniendo también un problema con la fuente de alimentación.

    Besos.

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  2. pues lee lo de los 20 años, q m acordé de ti cuando habla de ahorrar en comida... jajaj, CUIDATE un poquito anda! :)

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