7 oct 2010

No debería contarlo... y sin embargo

Eran las 8 de la tarde, caído el sol, conducía hacia madrid. En el reproductor un cd "dos pájaros de un tiro", suena la pista 5, dos primeros acordes y mi cuerpo en tensión...


No había acabado y necesitaba escuchar esa frase una vez más, vuelve a empezar. Y otra vez la he puesto, me he despistado y confundido de camino, pero la canción sigue sonando... 3,4,5...10 veces y no me canso. La sensación que se apodera de mi cuerpo sigue siendo la misma, no lo puedo evitar, empiezo a menguar.

Me he parado a pensar con cuántas canciones tengo un sentimiento parecido, unos acordes que me encojan el estómago, los músculos de la cara se tensan, mi respiración intenta no molestar a mis oídos, sólo tengo capacidad de concentración en las palabras, en la imagen que forman en mí, en darle sentido a mis vivencias a través de esos acordes... y ha sido cuando he sabido que puedo decir mis tres canciones favoritas.

Todas y cada una las he escuchado una y otra vez, una y una vez más, me han motivado, me han ilusionado, me han hecho llorar, me han hecho coger fuerza, pensar en enamorarme, hacerme vulnerable para que al pensar en lo que estaba sintiendo me dejase llevar, que fuese el corazón y no la cabeza la que decidiese.Indiferentemente a la estación, si hace frío me acompañan más amenudo, pero con calor, con sol, ventanas bajadas, volumen a tope, siguen estando ahí, cada cierto tiempo... vuelven a sonar y como para no.

Creo que hay tres canciones en el mundo que me convierten en pequeña, más pequeña, pequeñita:

La bôheme de Aznavour.

Vox populi es sabido que el piano me encanta, las 3 primeras notas, tan rápidas, tan solas, tan nostálgicas... quieren decir que éramos felices, que éramos jóvenes, aún teníamos menos de 25 años y toda la vida por delante, nos escaparíamos, nos iríamos juntos de viaje, sí a China. Pero no hubo tiempo, llegaron las Navidades, el no confío en ti, dejar Francia, volver de España, te has cortado el pelo, un momento en un coche, no te he llamado, pero esa misma noche llegará alguien más... y aunque te quisiese recuperar ya "Os hablo de un tiempo que los menores de 20 no pueden conocer. Si quieres algún día te traduciré toda la canción, por el momento contentate con esto: la boheme, quería decir que éramos felices, la boheme, comíamos un día de cada dos. En los cafés vecinos nos juntábamos algunos que esperábamos la gloria, soñábamos con el estómago vacío, olvidábamos que era invierno. la boheme quiere decir que eres guapa, la boheme y todos teníamos genio. A menudo me pasaba noches en blanco delante de mi cabellete pintando una y otra vez tu seno.... bajábamos a por un café con leche cuando teníamos hambre... amábamos la vida... la boheme la boheme, quería decir que teníamos 20 años y vivíamos del aire del tiempo. Pasaron los años, volví a hacer un tour por mi antigua casa y no reconozco nada, ni las calles, ni los bares, subo a mi ático donde tenía mi caballete, en su nueva decoración Montmartre parece triste y las lilas murieron. La boheme éramos jóvenes, estábamos locos... la boheme: ya no quiere decir nada. Y luego rapidez, bucle, baile, vueltas muy rápidas muy rápidas como si quisiese recuperar la vida, el pasado, volver a atrás a base de esas vueltas... me tara!!! Y necesito escucharla una vez más! Es horrible, me agobia lo que me hace sentir esta canción y es una de mis favoritas. Vuélvela a escuchar a todo volúmen, sólo, no mires a nada, fija la vista en un punto, siénte la música... siénteme pequeñita.


My Way de Sinatra.


En este caso es un teclado, toda una vida, una experiencia y una vivencia completa. De principio a fin. Se echará el telón. Un himno en mi familia, un recordatorio de alguien que ya no está, un cariño muy especial, sonrisas amargas, cigarrillos que de una calada se consumen, manos inquietas que buscan algo que apretar, labios que tararean: myyyy way.... Regrets, i had a few, but then again too few to mention!! Una frase, que me ha marcado desde que le presté por primera vez atención: Cosas de las que arrepentirse, algunas tengo... pero una vez más pocas para mencionarlas. Yes there were times i´m sure you knew, when i bit more than i could chew y miro a mi padre y se me cae la mirada, ganas de abrazar, de coger la mano a mi madre. Mi abuela toma nerviosa una castaña, comienza a abrirla, pero sin hacer ruido, no se debe interrumpir el momento, por turnos cogemos las copas, vamos bebiendo, nadie sorbe... Una vez me pidieron que la tradujese, ya todo el mundo sabe lo que dice: And through it all, when there was doubt i eat it all and split it out, i faced it all and i stayed tall, and did it MY WAY... por favor que termine ya, se masca la tensión, no somos muy de palabras, con los actos nos vale, tenemos un don para entendernos sin miradas, sin levantar la cabeza, sentimos uno a uno lo que transmitimos. Y con un golpe de voz, se pasa a los aplausos, fuertes abrazos y afortunadamente suena El tamborilero, vuelta a la discusión, risas, relajamos la tensión, te echamos de menos...



Y sin embargo, de Sabina y Serrat...

Bromeaba ayer con mi padre con la siguiente frase: y sobre esto no tengo mucho más que decir (Forrest Gump),
Ya hay un post sobre la canción, el primer post, mi inauguración y mi propio nombre. La canción me llena, uy mucho más esta versión con Serrat. Relajada, sentida, a dos veces. Creo en lo que dice a ciencia cierta. Palabra a palabra y frases a pies juntillas. Y si no sólo piensa en esta idea: "Tú que tanto has besado, tú que me has enseñado. Sabes mejor que yo que hasta los huesos calan los besos que no has dado, los labios del pecado"
...disfrutadla:





Porque dos no es igual a 1+1

No hay comentarios:

Publicar un comentario