Yo que me creía fuerte en la noche oscura, me levanto protegida por el brillo del sol y no puedo respirar.
Tanta gente que me ha dicho que me quiere, tanto beso robado y un millón de abrazos dados. Tanto esfuerzo por hacerme sonreír.
Me sentía segura y sin embargo, tú solo, sin quererlo, sin saberlo, con tus grandes manos y toda tu indiferencia, tienes mi corazón estrujado, mi estomago anudado e hiciste que mi cabeza esté en otro lado.
Supongo que uno más no marcará la diferencia, aún así... te quiero.
ResponderEliminar