Esta entrada la había empezado antes de ir a cenar con el último de mis amigos, reincidente que se vuelve a marchar. Puede ser que iniciase yo esta diáspora de talentos, pero son ellos los que han organizado sus vidas para irse lejos, para abandonar el nido y marcharse de aquí.
Aún recuerdo la primera vez que se me escapó una lágrima por una canción. Llevaba tiempo sintiéndome desplazada entre las que siempre habían sido mis amigas, hacía frío, llovía fuera, iba en la parte de atrás del coche, escuchando la radio y sonó.
Aquellas chicas de las que no sé absolutamente nada convivían en la misma clase conmigo y con DF. Aquellas chicas por las que solté mi primera lágrima han desaparecido, sin embargo y afortunadamente hay algunos que resistieron.
Épocas de baches, de más o menos distancia, de mayor o menor dedicación. Pero épocas vividas en compañía, con ganas de vernos o en nuestro recuerdo.
Aunque todas estas canciones suenen a tópicos típicos son la más pura esencia de la verdad.
Te aferras a un abrazo para sentirle lo más cerca posible, un abrazo que dure eternamente.
No quieres afrontar la realidad de la distancia, la barrera geográfica, la incapacidad de comunicación cotidiana. Afortunadamente hay muchos medios para seguirnos la pista: "te llamaré, te escribiré, facebookeame, haremos algún skype obligatorio, te sentiré a través de tu blog". Pero no es real, falta el tacto, el contacto, el abrazo, el dormir pegados. El llanto, el timming para una respuesta, la risa, el soñar despiertos, el despertarnos en nuestros sueños...
Y un ciao se escapa de tu boca, no ciao no... Adiós, hasta la próxima!
La vida da muchas vueltas y nos encontraremos varias veces en el camino,
por si las moscas, no me olvides y piensa que siempre estaré contigo.
Sabes por qué? Porque me di la vuelta, me giré para crear el recuerdo de la última vez que nos vimos, enfrente de aquel bar de madrid, tras tenerte en mis brazos, que no te hubiesen soltado.
Tu olor, tu fuerza, tu mirada, tu movimiento de mano, una sonrisa, no necesito lágrimas porque en mi cabeza se reproduce una canción:
"siempre nos quedará Madrid"
¿Pero como que el timming para una respuesta? :) Supongo que no podría haber descrito mejor lo que pasó aquella noche. Parecía que nos volveríamos a ver el finde siguiente, en cualquier otro bar rodeados de cervezas, pero éramos plenamente conscientes de todo lo que había en juego… De todas formas, la vida da muchas vueltas, y por suerte siempre se puede elegir dónde hacer un alto para volver a sentir a aquellas personas que forman parte de tu vida por derecho propio. Besazos.
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