29 nov 2010

3 € de mierda

Desde hace bastantes meses paso prácticamente todos los días por la puerta del supermercado de mi barrio. Como todos los días que paso hay un hombre negro que vende la farola. Educadamente te saluda al pasar y te muestra el producto, no te pide que lo compres, sabe que todo el mundo conoce de lo que se trata, por lo que no se esfuerza en recibir negativas. Desde el primer día soleado de junio, me he escondido tras mis gafas de sol, le he devuelto el saludo, le he echado mi mejor sonrisa y me he sentido fatal por dentro. Nunca doy propinas, nunca doy limosnas... a no ser que sienta que se merece. Cuando paseo por la calle y hay alguien tocando un instrumento, si la música me llega, si el tema me gusta, suelo dejar algo suelto. Pero nunca bajo la ventanilla para comprar kleenex o les doy a los punkies malabares.

Nos conocíamos sin haber hablado nunca. Hola-Hasta luego-Buenos días-Adiós... hoy he aparcado frente al supermercado para coger provisiones para el partido, qué frío hace! Primera nevada en Madrid y él, en vez de estar apoyado en un coche, como cada día, intentaba resguardarse detrás de una de las entradas del super... Cuando he salido del coche, lo primero, me ha sonreído, según me acercaba me iba saludando.
¿Quiéres algo? Manzana! Ha sido su respuesta. Y ahí, se me ha roto el corazón... Manzana, esta esta y señalaba una publicidad de algo de 50€... no, no.. que si quieres algo! sí, manzana pero esta, esta no... parte azul, esta no.. parte roja de la publicidad, esta esta! AH!!! una manzana amarilla??? SIII, eso eso, no saber... Manzana esta! De acuerdo y nos hemos sonreído de nuevo.

Entré al Supermercado, dirección: congelados! Y he pasado por los productos de Navidad, mañana es día 1. Vía libre para el consumismo y los cascabeles.


Hace años, el primer día de diciembre Chris, mi excompañero de piso, nos compró a Nora y a mí unos calendarios de adviento. Su madre le envió uno desde Strasbourg, que llegó todo roto y desmontado, pero a parte de ser un bonito detalle, fue muy divertido írnoslo comiendo.

Hoy pensando en Chris he comprado 4. Me hubiese gustado estar cerca de él para enviarle uno y comerme sus chocolates antes de la fecha, para que me regañe y reírnos por ello... qué no coloc! Que no te enteras que es una chocolatina por día! ...Ya... coloc, pero mira, hoy me apetecen dos y probablemente mañana ninguno!

Sin embargo, los que he comprado ya tienen dueño. Uno para Pepema, otro para Jorge, otro para Enrique, otro para mí... el mío lo he metido en una bolsa, junto a un paquete de cuatro manzanas.

Cuando me montaba en el coche, tras haberme abierto la puerta del supermercado, darme las gracias y dedicarme una gélida y  al mismo tiempo cálida sonrisa, he visto a mi amigo que vende la farola intentando descubrir qué es un calendario de adviento. Espero que tenga una muy Feliz Navidad.

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